Láminas monolíticas vs. Láminas microporosas
Cuando se trata de proteger edificios, tanto de madera como no, y de gestionar la humedad, es fundamental elegir la lámina transpirable más adecuada.
En el sector de la construcción, los dos tipos de láminas más utilizados son las láminas monolíticas y las láminas microporosas.
Para poder elegir la mejor solución para cada proyecto, es aconsejable conocer bien las diferencias técnicas entre estas dos tecnologías ayudándose de una guía detallada sobre qué solución es la más adecuada para las diferentes necesidades de construcción.
¿Cómo elegir la lámina justa?
Para mantener inalteradas las propiedades del producto, es importante elegirlo teniendo en cuenta las condiciones que sufrirá desde las obras hasta el uso. Es fundamental protegerlo al máximo, ya que la fase de las obras es fuente de estrés y de envejecimiento acelerado.
¿Qué influye en la durabilidad de las láminas?
La durabilidad de los filmes monolíticos y microporosos está influenciada por las diferencias estructurales y por la suma de las fuentes de estrés: temperatura y exposición a los rayos UV y a los agentes contaminantes.
Diferencias estructurales
Láminas microporosas Las láminas microporosas se realizan con polímeros hidrófobos, que no interactúan naturalmente con el agua. Estas láminas necesitan un procesamiento especial para permitir el paso del agua y esto hace que sean más susceptibles a los agentes contaminantes.
Durante la fabricación, los filmes microporosos están sometidos a un importante estrés mecánico. Este proceso crea microagujeros que permiten el paso del vapor de agua, pero también hacen que la lámina sea vulnerable a los contaminantes externos.
Láminas monolíticas Por el contrario, las láminas monolíticas se componen de polímeros hidrófilos, que interactúan químicamente con el agua y que, en general, son más elásticos. Esta estructura permite gestionar mejor la humedad y asegura una mayor resistencia a los agentes contaminantes.
Estanqueidad y transpirabilidad
La capacidad de una lámina para resistir el agua y permitir el paso del vapor es crucial para mantener la integridad del edificio. Con respecto a las láminas microporosas, las láminas monolíticas ofrecen un equilibrio superior entre estanqueidad y transpirabilidad.
Estanqueidad de las láminas microporosas. Las láminas microporosas están diseñadas para ser hidrorrepelentes gracias a los materiales o las texturas de la superficie. Sin embargo, la estanqueidad puede verse afectada por la presencia de contaminantes combinados con agua. Cuando los contaminantes se combinan con el agua pueden romper las tensiones superficiales y permitir que la mezcla penetre a través de microagujeros con lo cual se reduce la eficacia de la lámina.
Estanqueidad de las láminas monolíticas. Gracias a su estructura química, las láminas monolíticas mantienen la estanqueidad incluso en condiciones difíciles. También en presencia de contaminantes y de agua, las láminas monolíticas siguen desarrollando perfectamente su función protectora.
Resistencia a las radiaciones ultravioletas (UV)
La durabilidad de las láminas, una vez expuestas a los rayos solares, se evalúa atentamente mediante pruebas destinadas a garantizar los mejores resultados incluso en las obras. El método de prueba consiste en exponer las muestras a radiación UV continua a temperatura elevada durante 336 horas, que aumentan a 5000 horas para los productos destinados a paredes con juntas abiertas que no excluyen la exposición a los rayos UV.
La resistencia a la penetración del agua, la resistencia a la tracción y el alargamiento deben determinarse de nuevo después del envejecimiento artificial para obtener datos sobre las prestaciones también tras la exposición a estas fuentes de estrés.
Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que las condiciones climáticas reales pueden variar y dependen del contexto de aplicación, por lo que es difícil establecer una correspondencia exacta entre la prueba de envejecimiento artificial y las condiciones reales.
Rayos UV y láminas microporosas. El estrés mecánico de la fase de producción de las láminas microporosas, combinado con la exposición a los rayos UV, puede acelerar la degradación del material.
Por lo tanto, es fundamental respetar las indicaciones sobre la máxima exposición a los rayos UV para garantizar la durabilidad del film funcional. Las láminas microporosas están sujetas a una mayor degradación cuando se exponen a los rayos UV.
Rayos UV y láminas monolíticas. En el caso de las láminas monolíticas no existe ninguna fuente de estrés durante la fase de producción que influya en la exposición a los rayos UV, por lo que su degradación es menos significativa con respecto a las láminas microporosas.
También en este caso es fundamental respetar las indicaciones sobre la máxima exposición a los rayos UV para garantizar una larga vida útil del material, pero, en general, las láminas monolíticas tienen una mayor resistencia a los rayos UV y, por lo tanto, una mayor durabilidad que las láminas microporosas.
Aplicaciones prácticas y durabilidad
A la hora de elegir entre una lámina microporosa y una lámina monolítica siempre hay que tener en cuenta las necesidades específicas del proyecto y las condiciones ambientales y climáticas.
Las láminas monolíticas tienden a ofrecer una mayor durabilidad en condiciones climáticas variables, mientras que las láminas microporosas pueden ser adecuadas para situaciones menos críticas.
Factores de estrés y durabilidad. Las láminas son sometidas a diversas pruebas para determinar sus prestaciones en diferentes condiciones, como la resistencia a la tracción, el alargamiento y la resistencia a desgarro por clavo.
Por lo tanto, para garantizar resultados duraderos en los edificios, es importante elegir productos certificados que hayan demostrado propiedades superiores en estas pruebas, incluso cuando esto no sea estrictamente necesaria.
Pruebas de laboratorio y casos en las obras. Las pruebas de laboratorio proporcionan indicaciones sobre la resistencia y la durabilidad de las láminas, pero las condiciones reales del lugar de construcción pueden variar significativamente.
En la evaluación del proyecto también hay que tener en cuenta:
- variaciones estacionales
- orientación respecto a los puntos cardinales
- latitud
- altitud
- variabilidad e imprevisibilidad meteorológica anuales
En conclusión, ¿son mejores las láminas monolíticas o las microporosas?
A la hora de elegir entre una lámina monolítica y una microporosa, es fundamental considerar no solo las propiedades técnicas, sino también las condiciones específicas de uso.
Las láminas monolíticas ofrecen una solución más robusta para las aplicaciones más exigentes gracias a su resistencia superior a los contaminantes y a los rayos UV. Las láminas microporosas se pueden utilizar en contextos menos críticos, en los que la gestión de los contaminantes no representa un problema importante.
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Detalles técnicos
- Año:
- 2024
- País:
- Any
- Productos:
- TRASPIR 110